domingo, 12 de diciembre de 2010
Un domingo de compras navideñas
lunes, 29 de noviembre de 2010
Deja que vuele tu solidaridad con Mil Grullas
Cartel del mercadillo, diseñado por María Bayón. |
miércoles, 17 de noviembre de 2010
El Decrecimiento o "¿eso no será un poco... revolucionario?"
Carlos Taibo comienza su exposición. |
domingo, 14 de noviembre de 2010
"Podemos cambiarlo todo"
¿Podemos cuestionarnos todo? Hay quienes defienden que sí. Son anarquistas y están cansados de que sus ideales parezcan los grandes olvidados de los historiadores y políticos actuales. Como si fueran un hecho lejano e inexistente. Siguen al pie del cañón y quieren reivindicar su posición en los movimientos sociales.
El anarquismo se desarrolló especialmente en el S. XIX, aunque años antes tuvo su inicio en otros movimientos como el anticlericalismo o el movimiento ocupa. Sufrió un declive en los años 40. Pero con estas jornadas han intentado que los asistentes se conciencien de que sus ideas siguen vivas y de que la sociedad ha de cuestionarse prácticamente todo. Para ellos la sexualidad, la educación, nuestra relación con la naturaleza así como con la ciudad han de ser replanteadas.
Distintos colectivos y organizaciones, entre los que se encuentra CNT, se han encargado de realizar y planificar estas jornadas que hacía años que no se celebraban. Sin embargo, se consideran unas jornadas independientes. Los actos se han celebrado en distintas asociaciones de vecinos de Zaragoza, en el local de CNT y en asociaciones ocupas. Estos últimos lugares les han ocasionado ciertos inconvenientes. El desalojo del Centro Social la Vieja Escuela les obligó a trasladar algunos de sus actos a la antigua cárcel de Torrero.
El antimilitarismo, la crisis capitalista, el paro y la religión han sido algunos de los temas protagonistas de estas charlas y talleres. Y las denominamos charlas o actividades porque para quienes las han organizado el objetivo es que fueran conversaciones entre iguales, sin nadie superior, donde cualquiera pudiera expresar su opinión. Y todo bajo su grito: “Viva el anarquismo”.